Historia del cartel

El Coleccionismo de Carteles

por María Carmen Bernáldez

HISTORIA DEL CARTEL

El cartel no tiene fecha de invención. Desde los egipcios, con sus manifiestos jeroglíficos, hasta la aparición de la imprenta, todos los pueblos y ciudades han empleado sus paredes, fachadas y muros para comunicar públicamente sus mensajes, pero sin poder repetirlos mecánicamente.

En 1430, Gutenberg inventa la imprenta, un avance histórico para la producción de libros, y en 1798, Aois Senefelder inventa la litografía, destinándose en un principio a la impresión de grabados. Setenta años más tarde, los países más avanzados de Europa descubrieron la utilidad de la litografía como medio para publicitar productos y servicios a través del cartel. La demanda del cartel creció y se unió a la industria y el comercio creando un fenómeno social. En el cambio de siglo, finales del siglo XIX principios del siglo XX, el cartel llegaría a su apogeo.

ORIGEN DEL CARTEL EN ESPAÑA

Considerando que un cartel es el producto de una integración artística de texto e imagen que tiene como objetivo comunicar públicamente un mensaje, los orígenes del cartel en España se apuntan al siglo XVIII. Un ejemplo es este cartel taurino que presenta una viñeta y orla xilográfica y un texto litográfico para anunciar una corrida en el Puerto de Santa María en el año 1782. Otro ejemplo de cartel taurino, Cádiz 1874, nos muestra la introducción de más viñetas, evolucionando a la importancia de la imagen en el diseño. Los inicios del cartel litográfico en España están vinculados directamente al anuncio de los festejos tradicionales. Los primeros carteles litográficos a color datan sobre 1880, predominando el texto sobre la imagen, y a partir de 1900 la imagen litográfica a color se convierte en la protagonista del cartel español e invade la superficie de él.

ORIGEN DEL CARTEL EN EUROPA

Los orígenes del cartel en Europa se centran en 1866, cuando Jules Cheret (1836-1933) vuelve a Paris procedente de Londres. En aquel entonces, Londres era el centro mundial de la expansión industrial. Cheret había trabajado durante siete años como artista en un taller litográfico en Londres, aprendiendo la técnica de la litografía aplicada a grandes hojas de papel. Al llegar a París, instaló su propio taller litográfico especializándose en la producción de carteles de gran tamaño. A lo largo de sus 97 años diseñó más de mil modelos con un estilo propio e inconfundible.

Cheret fue el iniciador de este nuevo medio de expresión comercial e industrial. Inundó París con carteles murales. Pintaba figuras femeninas ingrávidas, suspendidas en el aire, chicas vaporosas. Empleaba colores fuertes y llamativos con la finalidad de captar la atención al transeúnte de la época. Literalmente monopolizó las calles y los pirulís de París. Con él, París tuvo una galería de arte expuesta en sus calles. Marcó una época y una moda.

Su coetáneo Toulouse-Lautrec (1864-1901) fue el gran innovador que combinó una perfecta síntesis entre la imagen y el texto, marcando claramente el camino del futuro. En el corto periodo de los 36 años de su vida vivió, se conocen 400 litografías, 31 de ellas carteles y posiblemente las más apreciadas y cotizadas en la actualidad.

A partir de estos dos grandes innovadores la mayoría de los pintores de la época se vieron tentados por la nueva técnica.

A finales del S. XIX y principios de S. XX, en París se desarrolla un movimiento artístico llamado Art Nouveau, se dio en la arquitectura, pintura, escultura y en las artes decorativas: muebles, lámparas, cortinajes, joyas, complementos, ropa… La intención del movimiento era crea una estética nueva, en la que predominase la inspiración de la naturaleza. Su máximo exponente fue el checo Alfonso Mucha. El Art Nouveau se caracterizó por su exquisita y delicada forma de plasmar diseños, por sus figuras femeninas estilizadas y por el empleo del uso de la línea curva.

Su inconfundible estilo fue imitado por los ilustradores de la época, incluyendo los artistas españoles diseñadores de carteles como Alejandro de Riquer, Eulogio Varela, Santiago Rusiñol y Ramón Casas.

Alejandro de Riquer, 1896

En 1925 se celebra la Exposición de Artes Decorativas e Industrias Modernas de Paris, de aquí el termino artístico Art Deco. Este movimiento 1920-1939 dejó huella en todos los campos del diseño: arquitectura, pintura, escultura, automovilismo, interiorismo, moda, joyería… incluso en el cine, ejemplo del filme Metrópolis de Fritz Lang. El Art Deco supone lo opuesto a las curvas sinuosas y naturalistas del Art Nouveau. Este arte se basa principalmente en la simplificación, en su estilo rectilíneo y geométrico. Resaltan los cuerpos masculinos atléticos y elegantes y mujeres resueltas que visten atrevidas, pelo garzón, fuman y participan en cócteles, denotando su liberación. El glamur de los años 30 llega a su máximo esplendor.

Los artistas españoles dominaron perfectamente este estilo y lo aplicaron a la perfección en la creación de sus carteles. Federico Ribas, Rafael Penagos, Gaspar Camps, Enrique Estela Antón o Juan Miguel Sánchez son algunos artistas del paradigma del cartel Art Deco español.

Posteriormente y hasta nuestros días, el cartel ha acompañado las diferentes corrientes artísticas de vanguardia: fauvismo, constructivismo, cubismo, expresionismo, surrealismo, pop art, minimalismo, hiperrealismo… Los más notables artistas nacionales e internacionales han empleado sus pinceles para la creación de un cartel: Pablo Picasso, Salvador Dalí, Joan Miró, Antoni Tapies, Miquel Barceló, Luis Gordillo, Andy Warhol, David Hockney … entre cientos de célebres pintores. Eduardo Arrollo, 1996